¿Quién es esta mujer?
Escuchemos su voz…
!Que poesía más bonita!.
Escuchemos otra...
La abuelita de Margarita
Margarita
tiene una
abuelita.
Cuando
hace viento
a Margarita
le lee un cuento.
Margarita está
contenta con
el cuento
de Cenicienta,
que es el que
normalmente
le cuenta su
Abuelita.
La Micifuz
para Margarita
es luz.
Cuando su
ratoncito gritó,
el lobo
se quedó bobo.
Y a Margarita,
sonriente, se
le ilumina la
frente. Y su abuela
le dice “niña,
vives en una campiña”.
Javier G. 5ºC
Erase un mundo al revés donde las perdices atacaban a los cazadores, donde los niños enseñaban a los profesores, donde los ladrones y los policías juegan al a baraja, donde el canario es más fuerte que el águila, donde el buitre le teme al ratón, donde el oso pardo le teme a los ciervos, donde el oso hormiguero temía a las hormigas, donde el pez estaba fuera de la pecera y el gato dentro
donde los helados se comen a los niños
estaba soñando con:
Sergio P. 5º C
MI PEZ
Mi pez es nadador volador y ganador….
En su pecera de cristal nada sin parar,
Es revoltoso y también mimoso.
Le gusta cuidarse y estar estiloso.
Le gusta el azul como el mar.
Y también le gusta el rojo como sus ojos.
El pueblo
En mi pueblo caen gotas
¡Qué grandotas!
Sus casas son tan
grandes como elefantes.
Sus árboles son tan grandes
Como gigantes.
Antonio C. 5ºC
Si fuera agua seria lo único que bebería.
No camines delante de mí porque podría perderte,
No camines detrás de mí porque no podría seguirte,
No camines por debajo de mí porque podría pisarte,
No camines por encima de mí porque no podría alcanzarte,
Camina alado de mí porque somos iguales.
Alejandro L. 5ºC
Mi Perro
Mi perro vive en mi pueblo.
Si ve un gato el no va a por él,
No es como los demás perros
Siempre que yo no estoy en mí
Pueblo me espera y cuando oye
Un coche va a ver si soy yo pero...
Un día se escapo y ya no lo hemos
Vuelto a ver si empre lo buscamos
Pero no lo encontramos.
Raúl R. 5ºC
El perro desaparecidoErase una vez una niña que se llamaba Sonia, que tenía un cachorro que se llamaba Sam Al principio toda su familia jugaba con él. Pero al cabo del tiempo san fue creciendo y Sonia su hermano y sus padres ya no tenían casi tiempo de jugar con san. Lo sacaban a pasear, lo bañaban, le daban de comer… san empezó a creer que ya no formaba parte de la familia.
Después de unos días san decidió marcharse de casa. Sonia cuando llego del colegio comenzó a buscar a san, para sacarle de paseo, pero como no lo encontró, salió a buscarle por todas partes. Al llegar su padre del trabajo salieron otra ven a buscar a san, pero no tuvieron suerte. Al llegar a casa tan tristes, dijo su hermano:
-¡Ya está! ¿Por qué no ponemos carteles con la foto de Sam por todo el barrio?
A sus padres les pareció muy buena idea. Así lo hicieron, al día siguiente salieron a poner carteles por todas partes. Todos los días al llegar a casa del colegio los niños preguntaban que si había aparecido Sam Su madre les miraba tristes y les decía que no. Los niños cabizbajos se iban a sus habitaciones.
Esa noche su padre y su madre estuvieron hablando de ir a la perrera municipal a coger otro perro para los chicos. Al día siguiente se lo dijeron a los chicos y los cuatro juntos se fueron a la perrera. Al llegar allí, ¡que sorpresa!, allí estaba Sam Un empleado lo había recogido de las calles. Sam también se puso muy contento, al ver que sus amos habían ido a buscarle y todos juntos volvieron a casa muy felices
Alba S. 5ºC
Tú eres como el agua que me abraza,
como el sol que me ilumina,
como la luna que brilla.
Tus ojos, tu boca, tus labios,
me llevan hasta mayo.
Mª Belén C. 5ºC
Pipo, el pájaro protestón.
Pipo era un pájaro muy pero que muy protestón.
Un día Pipo decidió ir al parque a tomar un poco el fresco, al cavo de un rato, pasó por allí un perrito que le sugirió ayudarle a buscar su pelota de goma, y Pipo dijo que no, que el no ayudaría a nadie, y el pobre perrito se disgustó muchísimo, ya no volvería a pedirle nada nunca más.
Cayó la noche y Pipo se fue a casa a descansar.
A la mañana siguiente, Pipo se despertó y fue a buscar su desayuno: gusanos, mmmmmmmm, los preferidos de Pipo.
Pero. ¿Dónde estaban sus gusanos? .Pipo siempre dejaba sus gusanos en el mismo que donde los cogía todas las mañanas.
Pero Pipo no savia que el Lunes pasado, vino un pájaro nuevo a la ciudad, llamado Jorgito, dicen que además era muy, muy listo y que encontraba todo lo que se escondía, ¡hasta los gusanos de Pipo!
En esos momentos, al ver que sus gusanos no estaban Pipo se enfadó mucho.
Entonces Pipo salió disparado a buscar al que se había comido sus gusanos: en este caso a Jorgito.
Pero Pipo no lo encontraba por ninguna parte.
Hasta que Pipo encontró a Jorgito en un árbol, por casualidad Jorgito se puso en el árbol preferido de nuestro amigo Pipo.
Pipo ya estaba muy cansado de que jorgito le quitara todo: los gusanos, le árbol…
Cuando Pipo lo vio le dijo muchas, cosas así como: ¿por qué me has quitado mis gusanos?, ¿y mi árbol?
Entonces Jorgito le contestó que él no sabía que los gusanos y la parte del árbol eran suyos.
- ¿Me podrás perdonar?-se disculpó Jorgito apunto de llorar.
- No se, puede que si o puede que no, claro que si dices que no sabías que eran mis gusanos y que ese era mi árbol preferido, yo no te culpo, podrías preguntar antes de sentarte o de comerte mis gusanos… pero si, puede ser que te perdone.-Dijo Pipo a Jorgito perdonándose.
Pero por fin Pipo entendió lo que era ser amable y cariñoso con las personas.
FIN
María L. 5ºC
Pipo era un pájaro muy pero que muy protestón.
Un día Pipo decidió ir al parque a tomar un poco el fresco, al cavo de un rato, pasó por allí un perrito que le sugirió ayudarle a buscar su pelota de goma, y Pipo dijo que no, que el no ayudaría a nadie, y el pobre perrito se disgustó muchísimo, ya no volvería a pedirle nada nunca más.
Cayó la noche y Pipo se fue a casa a descansar.
A la mañana siguiente, Pipo se despertó y fue a buscar su desayuno: gusanos, mmmmmmmm, los preferidos de Pipo.
Pero. ¿Dónde estaban sus gusanos? .Pipo siempre dejaba sus gusanos en el mismo que donde los cogía todas las mañanas.
Pero Pipo no savia que el Lunes pasado, vino un pájaro nuevo a la ciudad, llamado Jorgito, dicen que además era muy, muy listo y que encontraba todo lo que se escondía, ¡hasta los gusanos de Pipo!
En esos momentos, al ver que sus gusanos no estaban Pipo se enfadó mucho.
Entonces Pipo salió disparado a buscar al que se había comido sus gusanos: en este caso a Jorgito.
Pero Pipo no lo encontraba por ninguna parte.
Hasta que Pipo encontró a Jorgito en un árbol, por casualidad Jorgito se puso en el árbol preferido de nuestro amigo Pipo.
Pipo ya estaba muy cansado de que jorgito le quitara todo: los gusanos, le árbol…
Cuando Pipo lo vio le dijo muchas, cosas así como: ¿por qué me has quitado mis gusanos?, ¿y mi árbol?
Entonces Jorgito le contestó que él no sabía que los gusanos y la parte del árbol eran suyos.
- ¿Me podrás perdonar?-se disculpó Jorgito apunto de llorar.
- No se, puede que si o puede que no, claro que si dices que no sabías que eran mis gusanos y que ese era mi árbol preferido, yo no te culpo, podrías preguntar antes de sentarte o de comerte mis gusanos… pero si, puede ser que te perdone.-Dijo Pipo a Jorgito perdonándose.
Pero por fin Pipo entendió lo que era ser amable y cariñoso con las personas.
FIN
María L. 5ºC
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